sábado, 10 de noviembre de 2012

VIVENCIAS DE LOS AÑOS CINCUENTA

Vista desde la calle Ronda Doks, vemos el puente del ferrocarril, actualmente desmantelado, que atraviesa la entonces avda. del Generalisimo, a la izquierda de la foto está la gasolinera del "maño" con un coche repostando y mas al fondo la "mole" del edificio del mercado municipal.
 
      Siguiendo con la exteriorización de las reflexiones, conceptos y raciocinios sobre la vida transcurrida centrándola de momento en los  años de la decada de los años cincuenta del pasado siglo, vertiendolos por escrito en estas lineas, es prácticamente imposible encontrar motivos suficientes que justifiquen la falta de motivación y la nula  voluntad por vivir el dia a dia en compañia de los progenitores, desde la madurez actual aplico la misma para bucear en la memoria con la seria intención de encontrar detalles de aquella convivencia que ayuden en favor de alguna explicación racional del porqué o porqués, preferiamos sin cortaprisas "huir" de un lugar que no nos transmitia nada  para disfrutar en la "zona de confort", del cariño, amor y comprension, tres conceptos que puestos a la práctica encierran un todo,  obviamente ya quedan descritos los motivos que nos ofrecia el hogar de nuestro yayo, posiblemente el natural comportamiento infantil tiene esta impronta a veces dura para los adultos que la tienen que soportar en su contra, pero tampoco me vale, los adultos con toda la carga bien mesurada de su actitud para cuidar que esta situación no acontezca, tienen siempre a su favor la capacidad de reacción para que los niños puedan considerar o ir reconsiderando modificar sus apetencias, por otra parte nos encontramos con comportamientos volcados en complacer todo lo que normalmente es apreciado por mentalidades infantiles como las nuestras en la epoca, bien entendidas en su aplicación atendiendo a las carencias reinantes, explicitando que tampoco se trataba de "comprar" voluntades, simplemente ejerciendo con naturalidad los sentimientos, esa sencillez de la naturalidad es en definitiva lo que nosotros valorariamos, visto actualmente desde la distancia y con nuestra madurez, tambien llegamos a la conclusión de que "los arboles no dejaban entrever el bosque", en el sentido de que se practicaba cierta animadversión cargando las tintas en contra de "nuestra zona de confort" por la que nosotros teniamos verdadero delirio, con la intencion de justificar lo que para nuestras mentalidades era injustificable, hecho que infelizmente debo seguir ratificando.

No hay comentarios:

Publicar un comentario