EL YAYO VIENE A VISITARME EN EL CAMPAMENTO DEL FRENTE DE JUVENTUDES

  

 

Mi primer campamento con el Frente de Juventudes con la nueva denominación oficial de  las siglas de O.J.E., Organización Juvenil Española, todo era nuevo hasta la uniformidad, el yayo con cincuenta y ocho años de edad aun estaba en la plenitud de su fortaleza física de ferroviario autentico, vino acompañado de mi hermano Miguelito, como es natural para mi fue una sorpresa, que solo era posible viniendo del yayo, era  pleno mes de Agosto, el calor era sofocante, el campamento estaba situado a seis kilómetros de distancia de la población de La Riba en la provincia de Tarragona, donde el tren tenia parada y  coger "las de Villadiego", armarse de valor y empezar a caminar la distancia mencionada hasta llegar al campamento, lógicamente lo consiguieron, el asombro lo tenia Miguelito que no paraba de explicarme la cantidad de "caliqueños" que el yayo se había fumado subiendo por la carretera, los tres muy contentos nos dispusimos a celebrar nuestro refectorio al lado del campamento bajo la sombra de los arboles a la vera del rio de aguas cristalinas, aquí también ocurrió una anécdota que la estuvimos comentando y riendo durante años cada vez que la recordábamos, teníamos comida pero no habían pensado en la bebida, Miguelito se dio cuenta que en una acequia que bajaba agua del mismo rio, había una cerveza atada a una piedra con un cordel, con la intención de su propietario de mantenerla fresca a la hora de comer, ni corto ni perezoso mi hermano cogió la cerveza y se la ofreció al yayo comentándole el encuentro de la misma en la corriente de la acequia, mi hermano y yo beberíamos el agua fresquísima del rio y el yayo el botellín de cerveza fresquísima, ya habíamos acabado de comer y prácticamente nos estábamos despidiendo y nos dimos cuenta que uno de los "mandos" del campamento, el camarada Eduardo Fornos (+) - Chicharreta -  fallecido este año 2013 estaba como loco buscando por el fondo de la acequia, al vernos nos pregunto si habíamos visto una cerveza atada a una piedra con una cuerda, doy fe que los tres a una respondimos "¿nosotroooos? noooo que va, aguantando como pudimos las ganas de reír que no podíamos aguantar.